Ecuador: La paradoja migratoria



En el 2003, cuando se realizó está nota, Ecuador contaba con la cruda paradoja de ser uno de los países con mayor cantidad de migrantes en el exterior, y al mismo tiempo uno de los gobiernos con las más fuertes políticas represivas contra los inmigrantes (en especial peruanos y colombianos). Una muestra mas de esa injusticia que los pueblos latinoamericanos aplican contra si mismos detrás de las grandes luces del desarrollo del norte.


(Publicada por Hecho en Buenos Aires en el 2004)





 Aquel dicho que corre entre los viajeros latinoamericanos que dice "cuidate de los hombres peruanos, las mujeres chilenas y la migración boliviana", parece haber quedado obsoleto. Es que sin lugar a dudas hay un país que hace un par de años ha ganado el podio del terror entre aquellos que sueñan con recorrer el continente trabajando como artesanos, malabaristas, músicos o limpiadores de vidrio.
Ecuador. Apenas llegó a Vilcabamba, un apacible pueblito cercano a la selva peruana famoso por la logevidad de sus habitantes, Rolando, un colombiano artesano casado con una ecuatoriana y dueño de un bar comienza con los cuentos de brujas: "Los artesanos están todos escondidos. Los camiones con jaulas se meten por la montaña buscando los ranchos baratos donde viven y se los llevan para la cárcel. En Loja (la ciudad más cercana) hay 300 inspectores nuevos. Todos peladitos, uno los puede confundir con cualquiera. Les pagan por cada extranjero trabajando que denuncian".
Dicen que en carnaval, en Montañitas, salieron rumbo a la cárcel tres camiones llenos de artesanos extranjeros, hacer malabares en Quito es como robar a mano armada, llevar una pinza es un delito y circulan los mails con casos de viajeros retenidos ilegalmente en cárceles de presos comunes por seis meses o mas, además de chicas violadas.
José Miguel fue deportado a por andar caminando por Baños con una guitarra en la mano, su novia, Nidia, también. Tenía un manillero con pulseras en la mochila. A José Miguel, chileno, lo dejaron en la frontera peruana, a Nidia, colombiana, en la frontera colombiana. Sin la posibilidad de reingresar a Ecuador su única alternativa de encuentro fuera de un avión o un barco era cruzar por el Amazonas, por Brasil. "En el momento, del susto, no caí en la cuenta que todos mis derechos estaban siendo violados", asegura José Miguel.
"Hay casos de peruanos que los encuentran con la tarjeta andina o el documento y se lo rompen en la cara para luego llevarlos como indocumentados. En Ecuador existe una constante violación de los derechos de los inmigrantes. Hasta hay personal de vigilancia, sin ninguna autoridad para hacerlo, que detienen a las personas de otro país", cuenta Marcela Cassaro, presidenta de la Colonia de Peruanos en Cuenca.
"También hay empresas que hace trabajar a peruanos con contratos de tres meses y cuatro o cinco días antes de cobrar los denuncian a migración para no tener que pagarles. Yo denuncié un caso en especial, pero como la señora es de gran poderío económico, no paso nada", agrega Víctor Lara, su par de la comunidad colombiana.
En la frontera de Rumichaca (Ipiales), ha surgido en los últimos años una política bastante frecuente en las oficinas de migración del lado ecuatoriano. Los gendarmes le dan la entrada al país a los colombianos pero omiten poner el sello respectivo. De esta manera, más de un desconocedor de los trámites migratorios termina en la cárcel por permanencia irregular luego del primer puesto de control.
"Todo es posible. No es la generalidad, ni es una política de estado, pero desde que te rompan el pasaporte en adelante, todo puede pasar. No hay un control a nivel nacional, todo se limita a políticas departamentales y hasta individuales", asegura Ermel Mendoza, director de la Casa del Migrante de Quito.
"La ley de extranjería de Ecuador es del año 71, y responde a la propuesta de seguridad nacional que en ese entonces reinaba en Latinoamérica con las dictaduras y la supuesta lucha contra los subversivos. Tiene cosas increíbles como por ejemplo que los puestos de frontera son los que tienen la potestad de decir que personas son idóneas para ingresar al pais. Y los nos idóneos son, según la ley, por ejemplo, cualquier persona con alguna deformación fisica, con síndrome de dawn u homosexuales", explica Franklin Ortíz, del Centro de Atención al Migrante de Cuenca.
"Con la dolarización se creado un espejismo económico. Supuestamente acá hay muchos dólares, mucha riqueza, mucha producción, pero no es real. La dolarización ya habría fracasado hace rato si no fuera gracias a las remesas de los migrantes. El nivel de productividad sigue siendo muy bajo, mientras que el nivel inflacionario se ha vuelto muy alto, y la gente que no tiene familiares en el exterior no tienen como sobrevivir.
Antes de la dolarización nosotros comprábamos un litro de leche en 5.000 sucres, es decir 25 centavos de dólar. Ahora vale 50 centavos, porque tenemos que nivelarnos con los precios internacionales. Y en el mercado internacional, pongamos en EEUU, el salario es de 3 o 4 dolares por hora, lo mas bajo, pero acá el sueldo promedio es de 3 dólares por día, y 78 centavos si se trata de un peón de campo. Esto ha creado una fuerte ola migratoria que ha reforzada el nivel histórico de ecuatorianos en el exterior. Y este problema migratorio trae otro, la gran emigración deja un hueco poblacional, que incluye profesionales, artesanos, campesinos, todas las areas económicas, entonces no tenemos gente que empiece a producir lo que se producía históricamente acá", asegura el experto.

La paja en el ojo ajeno.

Esta es la gran paradoja migratoria de Ecuador, el país latinoamericano con el mayor número de inmigrantes en España, y el segundo, después de México, en los Estados Unidos, con 2,5 millones de ecuatorianos en el exterior, sobre una población de 12 millones.
Al punto que si se tomaran en cuenta las remesas enviadas por familiares en el exterior como una actividad económica, sería la segunda de más importancia en el país, después de la producción de petróleo, con un ingreso de 1.678 millones de dólares al año
Una encuesta hecha por La Casa del Migrante en los colegios de Quito mostró que el 10% de los niños tiene a su padre fuera del país, y el 5% vive en un casa cuyo jefe de hogar tiene menos de 17 años.
"Ecuador tiene una historia de procesos migratorios que arranca en los cincuentas y que desde ese entonces ha abarcado a todos los sectores económicos y sociales, desde los empresarios a los artesanos de la toquilla (una especie de paja). Y este proceso se ha incrementado tras la crisis bancaria del 95, y no ha disminuido luego de la dolarización. Este país no promueve el regreso de los ecuatorianos ni con trabajo ni con estabilidad", se queja Mendoza. Desde 1999 el número de personas que deja el país por año ha pasado de 32.000 a 130.000, mientras que ascendió al 60% el número de migrantes que dejan atrás a sus niños.
Por su parte Ortiz explica: "este país estaba preparado para enviar migrantes pero no para recibir, entonces han surgido muchos problemas que podríamos definir como de chauvinismo. Y este chauvinismo ha sido incrementado por el gobierno que ha tomado como política agudizar estos conflictos para tapar los reales. El gobierno dice que quienes vienen de afuera son quienes generan los problemas, y así justifican el cierre de fronteras y la persecución que se hace acá a los extranjeros especialmente los colombianos y los peruanos.
Si una mentira es repetida muchas veces, se convierte en una verdad. La gente oye de sus autoridades de cualquier nivel, desde la alcaldía al presidente, decir: los extranjeros viene a robarnos el trabajo, Ecuador no tiene trabajo para sus habitantes menos para los extranjeros, no hay capacidad para la atención de salud porque estamos atendiendo muchos extranjeros, no alcanzan las aulas en las escuelas porque recibimos extranjeros.
Desde que recuerdo, de la infancia, esos problemas ya existían, pero ahora no son problemas de las políticas de gobierno, sino de los extranjeros. El gobierno necesita un chivo expiatorio y esta usando todos los medios para hacerlo. Sobre todo en los sectores mas pobres que no analizan la información sino que simplemente las reciben. Y los pobres empiezan a ver como enemigos a los otros pobres que vienen de afuera, y no al sistema que es el verdadero enemigo". "El maltrato ahora no solo es la policía ecuatoriana sino de todo el pueblo", agrega Víctor Lara, presidente de la Comunidad de Colombiano en Cuenca. "La politica migratoria de Ecuador esta dictada desde EE UU, y con la excusa de la lucha contra el terrorismo, todos los que vienen de Colombia son potenciales terroristas y hay que combatirlos. Además todos los problemas se atribuyen a los colombianos. Inclusive han sucedido casos que la prensa saca como colombianos y resulta que son ecuatorianos. La prensa quiere vender más y en estos momentos, por el discurso oficial, vende decir que los asaltantes son colombianos. Hace poco cogieron al presidente de Telesistemas en un carro, le dieron siete balazos y mataron al chofer. Los medios dijeron que era una banda colombiana, y resultó que eran ecuatorianos, pero la noticia ya había sido publicada”, agrega.
"El gobierno no reconoce la situación colombiana. Los datos oficiales hablan de 350.000 colombianos que han sido desplazados del país vecino al nuestro por hechos de violencia, pero algunos creen que el número es más del doble. Y de todos ellos, sólo 27.000 son reconocidos como refugiados y apenas 7.000 tienen papeles. ¿Cómo vamos a reclamar para los ecuatorianos en el exterior derechos que nosotros mismos le negamos a nuestros países vecinos?", se pregunta Mendoza.
"Lo único que pedimos a los ecuatorianos es que nos traten como ellos desearían ser tratados en Europa o Estados Unidos", pide Cassaro.

Comentarios

Ivan J. ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown ha dicho que…
Que bueno encontrar esta nota.
me siento totalmente indentificada.
yo junto con una argentina fuis detenidas el mismo dia, por hacer mañabares, a la chica argentina , la vieron hacer malaabres cuando regresaron ya no los estaba realizando pero de cualquier forma fue detenida.

Yo fui detenida por un oficial que llevaba su auto perticular, desde un principio fui engañada y ya iba como detenida, estuvimos en una oficina de migración en puyo , por 6 dias y despues llevadas al Hotel del migrante en Quito , nuestra situación no era tan fea a comparación de los hermanos Cubanos que estaban detenidos ahí por mas de tres meses , con una alimentación limitada , sin posibilidad de espacios al aire libre.

Todos sabían que lo que estaban haciendo con nosotros era injusto y que no había una ley que comprobara un delito, peor nadie hace nada , solo lavarse las manos y enviarte a la siguiente casilla.

Me llena de impotencia saber que estas historias existen y nadie sabe que existen personas libradas de su libertad tratadas como delincuentes.

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